Charco Azul, un tesoro natural de la isla de El Hierro (Canarias)

Las Islas Canarias poseen rincones naturales que deslumbran diariamente a sus visitantes. Cada una de sus islas ofrece su particular encanto y, en el caso de El Hierro, las piscinas naturales son una de las principales postales turísticas que representan a una de sus principales atracciones.

Las piscinas naturales son espacios estancos, en su mayoría de constitución natural, donde penetra el agua del mar sin que previamente haya intervenido la acción del hombre, pero al cual se le adiciona infraestructura para su acceso con escaleras, pasarelas o trampolines.

La isla de El Hierro (Santa Cruz de Tenerife) posee una de las piscinas naturales más espectaculares del archipiélago canario: el Charco Azul. Este nombre lo recibe debido al alucinante color esmeralda de sus aguas.

El Charco Azul se halla situado sobre el lado norte de la isla de El Hierro, en la parte central de la bahía de El Golfo, en las proximidades de la localidad de Los Llanillos, perteneciente al municipio de La Frontera. El Golfo es el nombre que recibe la costa de la isla de El Hierro, orientada hacia el Atlántico abierto. El Charco Azul se presenta como una piscina natural formada por la erosión del propio oleaje del mar, un fenómeno que se presenta en pocos lugares de Europa.

El Charco Azul destaca por encontrarse situada en una cueva natural, un entorno común a lo largo de la costa herreña, que se halla dominada por los restos de antiguos torrentes de lavas. Esta piscina natural se esconde bajo un acantilado y se halla resguardada por un monumental arco basáltico que, a través de la erosión, ha formado una piscina natural abrigada del mar por un roquete.

La excelente conservación del litoral permite a sus visitantes de disfrutar de un panorama único en uno de los enclaves naturales más hermosos y espectaculares de las Canarias.